Friday, May 18, 2007

PRODUCTIVIDAD Y EXCELENCIA (7 hábitos)

Primer Hábito: Ser Pro-activo.

Ser proactivo es más que tener iniciativa; es responder por nuestra conducta (pasada, presente y futura) y hacer elecciones con base en principios y valores, más que en estados de ánimo o circunstancias. Las personas proactivas son agentes de cambio y eligen no ser victimas ni reactivas, ni culpar a otros. Para ello desarrollan y usan cuatro dones únicos: autoconciencia, conciencia moral, imaginación y voluntad independiente, así como un enfoque de dentro hacia fuera para cambiar. Resuelven ser la fuerza creativa que se convierte en decisión fundamental que cualquiera puede tener.

Segundo Hábito: Comenzar con el fin en la mente

Todo se crea mental y luego físicamente. Las personas, las familias, los equipos y las organizaciones dan forma a su futuro con una visión mental y un propósito para cada proyecto. No viven sin un fin claro en la mente, pues se identifican y se comprometen con los principios, los valores, las relaciones y los objetivos que son más trascendentales para ellos. Un enunciado de misión es más alto para una persona, una familia o una organización. Es la decisión principal, porque gobierna todas las demás. Dar origen a una cultura detrás de una misión, visión y valores compartidos es la esencia del liderazgo.

Tercer Hábito: Poner primero lo primero.

Poner primero lo primero es la segunda creación, o la física. Es organizar y llevar a cabo alrededor de la realización mental (el propósito, visión, valores y prioridades). Las personas y organizaciones se enfocan en lo que es más importante, urgente o no. Lo principal es propiciar que lo importante se mantenga siempre en este estado.

Cuarto Hábito: Pensar Ganar – Ganar.

Pensar ganar-ganar es un marco de mente y corazón que busca el beneficio mutuo y se basa en el respeto hacia todas las interacciones. Es sobrepensar en términos de abundancia: un “pastel” siempre creciente, cornucopia de oportunidad, salud y recursos, más que de escasez y competencia. Evita actuar egoístamente (ganar-perder) o ser un martir (perder-ganar). En nuestra vida familiar y de trabajo se piensa interdependientemente en términos de “nosotros”, no de “yo”. Pensar ganar-ganar promueve la solución de conflictos y ayuda a buscar soluciones, así como a compartir información, poder, reconocimiento y recompensas.

Quinto Hábito: Buscar primero entender y luego ser entendido.

Cuando escuchamos con la intención de entender a los demás, más que con la de contestar, iniciamos la comunicación verdadera y la formación de relaciones. En el momento en que los demás se sienten entendidos y valorados, disminuyen sus defensas y se convierten en personas más abiertas y capaces. Buscar entender requiere amabilidad: ser entendido: valor. La efectividad radica en equilibrar los dos estados.

Sexto Hábito: Sinergizar.

Sinergia es una tercera alternativa, no a mi manera, no a la tuya, sino una que sea mejor que cualquiera de las dos. Es el fruto del respeto mutuo, de entender e incluso celebrar las diferencias de los demás para resolver problemas y aprovechar oportunidades. Los equipos y las familias sinérgicos se enriquecen de las fortalezas de sus miembros, para que el todo se vuelva mayor que las partes. Entonces denuncian a ser adversarios defensivos (1+1= ½) o la simple cooperación (1+1=2) y van por la acción conjunta (1+1=3 o más).

Séptimo Hábito: Afilar la sierra.

Afilar la sierra significa renovarnos constantemente en las cuatro áreas básicas de la vida: física, social-emocional, mental y espiritual. Es el hábito que aumenta nuestra capacidad para aprovechar todos los demás con efectividad. En una organización , el séptimo hábito promueve visión, renovación y mejora continua; salvaguarda contra crisis y entropía, a la vez que abre un camino ascendente de crecimiento. En una familia, aumenta la efectividad a través de actividades personales y de grupo, tales como establecer tradiciones que nutran el espíritu de renovación.